El ingreso del hijo/a a una sala cuna o jardín infantil preocupa mucho a los padres. Separarse de él, dejarlo en un lugar extraño, con personas desconocidas y durante tantas horas produce temor y ansiedad. Para el niño/a también significa un momento de tensión y pena. Llora, grita, se trata de afirmar a su mamá o papá para no quedarse en ese lugar.
Para apoyar a la familia en este proceso, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) entrega algunas sugerencias:
- Reconozca que es una experiencia que tensiona y que por ello es legítimo sentir diversas emociones. No se enoje con el hijo o hija por sus llantos, pataletas u otras manifestaciones, ni tampoco los castigue. La actitud correcta es acompañarlos, decirles por qué se les deja en ese lugar, por cuántas horas, quién lo irá a retirar y en qué tiempo. Si el adulto está tranquilo, es más fácil para el niño/a calmarse.
- Tenga presente que la adaptación puede ser más lenta de lo esperado y que cada niño/a es diferente y reacciona distinto.
- Durante los primeros días acompáñelo un tiempo en su sala, juegue con él e involucre a otros compañeros/as, eso le dará confianza.
- Vaya poco a poco aumentando el tiempo de permanencia. Por ejemplo, el primer día déjelo por dos horas, el segundo por unas horas más y continúe con los siguientes de la misma forma. Si no puede ir usted a retirarlo, consiga la ayuda de algún familiar o vecino/a de confianza.
- Cumpla siempre sus promesas. Si le dice que lo retirará después de almuerzo, hágalo. Ello permitirá que su hijo/a confíe en otras promesas.
- Déjelo llevar algo significativo para él/ella. Puede ser su juguete favorito, su chupete, su pañal para dormir u otro.
- Converse en familia de lo entretenido que es, de los juegos que puede realizar con otros niños/as y de lo importante que es el jardín infantil y la educación.
- Permita que el niño/a juegue en casa de un amigo, o pase un rato a cargo de otras personas, para que se acostumbre a estar separado de la familia.
- Cuéntele a la educadora con precisión las cosas que a su hijo/a le gustan y las que no. Por ejemplo, que le agrada pintar con témpera, dormir con su pañal en la mano, que le acaricien su cabeza. La sala cuna o jardín infantil debe continuar estos gustos, al menos durante el primer tiempo para que la adaptación del niño/a sea más fácil.
- Converse con la educadora diariamente de cómo se ha ido adaptando. Cuéntele a la educadora lo que su niña/o hizo en la casa después de llegar al jardín infantil, al levantarse, etcétera. Y también, pídale a la educadora que le cuente lo que hizo en el establecimiento educativo. Así usted podrá continuar en la casa lo que su hijo/a hizo en el jardín infantil, y la educadora puede continuar en el establecimiento lo que hizo en la casa.
- Recuerde que en este periodo de adaptación es importante que toda la familia y las personas que trabajan en el jardín infantil se apoyen mutuamente y generen las mejores condiciones para que el niño/a aprenda. |